Busquemos el Bien de Todos
1 Corintios 10:24
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Filipenses 2:4
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Gálatas 6:2
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
1 Tesalonicenses 5:11
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así
como lo hacéis.
2 Corintios 13:11
Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed
de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con
vosotros.
Efesios 4:29
No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que
sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta
gracia a los que escuchan.
Romanos 15:2
Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de
edificarnos.
Romanos 14:13
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
No Seamos Cangrejos
No hay duda que en cualquier lugar
y en muchas partes del mundo hay
personas como los cangrejos, es decir; no dejan que los demás crezcan o salgan adelante, derrumban o
tiran al fondo para que los otros no avancen, son una amenaza, no ayudan, no son de bendición, no se alegran del bienestar o progreso de
los demás, critican, señalan, condenan,
juzgan, reprochan, envidian, se
comparan con los demás, no apoyan, no animan, no estimulan, no fortalecen, y muchos menos edifican para el bien de los
demás.
En este sentido, todos hemos sido o en algunas ocasiones sin
querer como los cangrejos, y la única esperanza
que hay para aquellos que son o que
somos como estos animales, es
olvidarnos de sí mismo, buscando la posibilidad de ayudar o empujar a los demás con un poco de ánimo y al hacerlo, nos
sentiremos mejor y haremos que los demás
también se sientan.
En resumen, ¿eres o no cangrejo?, dejemos de paralizar, desanimar, desalentar, destruir,
reprochar, señalar, criticar, condenar y ver siempre lo malo de los demás
como lo hacen los cangrejos. Definitivamente, debemos animarnos, apoyarnos, estimularnos, edificarnos y fortalecernos
unos a los otros en un mismo sentir con el poder del Espíritu Santo para la gloria de Dios.
Dejemos de ser Cangrejos y pensemos en el bien de los demás, y no solo en nosotros mismos.
Oración
Gracias Padre
amado por infundir aliento y
perseverancia en cada uno de nosotros, ayúdanos
hacer de bendición para los demás, a vivir juntos en armonía, unidos en amor, humildad, agradándonos para nuestro bien,
animándonos, edificándonos y fortaleciéndonos unos a los otros, conforme a
tu ejemplo en el nombre de Cristo Jesús,
Amén.