Mi Testimonio Personal de Fe en Cristo y Cómo Jesús ha Cambiado mi Vida para Bendición, Ejemplo y su Gloria
- Nombre: José Alberto Pineda Rojas
- Nacionalidad: Venezolano
- Edad: 32 años
- Profesión: T.SU. En Evaluación Ambiental
- Emprendimiento: www.temasambientales.com
- Redactor Freelance: https://encolombia.com/medio-ambiente/interes-a/
- Casado: Yuleyci Cedeño de Pineda
- Padre de; Josué Emanuel Pineda Cedeño (07/07/2020) y Josías Samuel Pineda Cedeño (22/05/23)
- Padres: Alberto Pineda y Dulce Nacaris de Pineda
- Hermanos: Anais de los Ángeles Pineda y Morocho con Alberto José Pineda
- Dirección: Simón Bolívar, Calle 11, final del Roble
- Número telefónico o WhatsApp: +5804165594981
- Año Conversión: Enero 2019 y Bautizo: 10 agosto 2019
- Ministro, Soldado y Líder Siervo de Jesucristo Iglesia Local: Fraternidad Cristiana Maranatha (FRACRIMAR) Carora-Torres-Lara-Venezuela
Mi Vida antes de Cristo
Antes de que yo aceptara a Cristo o le diera el control completo de mi vida, desde temprana edad tuve relación con muchos evangélicos, cristianos, familiares o siervos del Señor que daban testimonio de la palabra de Dios y como podía ser salvo en ese mismo momento por su gracia o infinita misericordia. Sin embargo, nunca comprendía para aquellos tiempos el evangelio de Cristo, hasta que con los años como producto de la insistencia de diversas personas que me llegaban a compartir las buenas noticias del Reino de Dios o el único camino, la verdad, la vida o la puerta para estar con Dios Padre en el cielo y no ir al infierno.
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Así pues, comencé a tener curiosidad si todos los testigos de Jehová que me predicaban estaban en la verdad, llevándome a leer la biblia rápidamente, pero sin meditar o reflexionar en la misma, pero que cuando leía cada vez más, inmediatamente me daba cuenta de que ningunas de las palabras sabias que estaban escritas provenían de un ser humano, sino de ese ser Espiritual que da la sabiduría y lo sabe todo, el Dios creador del cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en el universo.
En este sentido, por medio de todo el conocimiento de la palabra, los mandamientos y la ley, me di realmente cuenta que era un pecador como dice en (Romanos 3:23), todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Es decir, era un pecador que estaba lejos de Dios y como dice (Romanos 6:23); la paga del pecado es muerte y realmente merecía estar eternamente separado de él, condenado o que toda su ira estuviera sobre mí.
Por consiguiente, conocer la palabra de Dios, sus mandamientos o su ley, me hizo ver lo pecador, malo, desobediente que era o lo mal que estaba con Dios... (1 Timoteo 1:9-11); ya que la misma me corregía y me mostraba todo lo que hacía con las obras manifiesta de la carne como está en (Gálatas 5:19-21; - Corintios 6:9-10).
Por lo tanto, mi mayor lucha fue la esclavitud con el adueñarme de lo ajeno, llevándome dicho espíritu de las tinieblas a robar pertenencias de familiares o en diversas empresas donde me empleaban, la amargura viviendo encerrado sin relacionarme o socializarme con nadie, vida sin sentido con pensamientos negativos por todo, así como andando en borracheras perdiendo el control en diversas ocasiones e impactando sobre los que me rodeaban, la inmundicia, la codicia, el deseo sexual... Y que finalmente haciendo o andando en todo esto no formaría parte del Reino de Dios. (Corintios 6:9-10).
Mi vida, pues, desde mi juventud la conocen todos mis amigos, compañeros o familiares quienes saben y pueden asegurar que yo desde el principio era muy serio o lleno de amargura, celoso quien lo puede testificar mi compañera fiel amada, me enojaba fácilmente, sin optimismo, pesimista, vivía encerrado sin relacionarme con los vecinos, robaba en cada empresa donde me daban la oportunidad de trabajar, estafaba por internet, por la borrachera hacia cosas sin sentido y donde a finales del año 2018 llegue a tocar fondo producto del exceso de alcohol y aprovechándose el enemigo para atacar a los seres que más amo como mi abuela que me crio y mi madre que me trajo a este mundo.Pero a pesar de todo eso, mis pecados, maldades y ofensas merecía el castigo o la ira de Dios. Sin embargo, la ley o la biblia también me mostró y llegué a comprender lo mucho que Dios me ama: (Romanos 5:8; Juan 3:16); envió a su hijo Jesucristo a morir por mis pecados y los de todo el mundo y que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 6:23). En sí, que Dios envió a su hijo no para condenarme, sino para salvarme y que creyendo en su nombre tengo la vida eterna y me libro de la condenación o ira de Dios. (Juan 3:36).
Por consiguiente, llegue a comprender lo que muchos siervos del Señor me compartían en (Juan 14:6); Jesús es el camino, la verdad y la vida, que sin él jamás podría llegar a Dios Padre y que conociéndolo, también conocería a mi Padre Dios y que sin duda alguna, que la palabra de Dios se había escrito para que creyendo que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para que creyendo tenga vida en su nombre. (Juan 20:31).
Al mismo tiempo, que para ser Hijo de Dios o dejar de ser simple criatura para formar parte de su pueblo... tenía que recibir y creer en el nombre de Jesús; es decir, Hijo de Dios por la fe en Cristo Jesús; (Juan 1:12 - Gálatas 3:26). Asimismo, que no había ninguna otra forma de buscar ser bueno, librarme de la condenación, ganarme la salvación o forjar mi camino para estar con Dios en el cielo: (Romanos 3:10, 3:34, 5:1 - Gálatas 2:16 - Efesios 2:8-10); no podía obrar o hacer nada para mi salvación, ya que la misma es un regalo gratuito a través de la fe en Jesús, que ya él lo hizo todo por mí y que no podía perder este regalo o mayor bendición de Dios de perdonarme y declararme inocente por la confianza en Cristo Jesús para vida eterna.
Definitivamente, que conocer la única verdad por medio de la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo (Juan 8:32 - Romanos 8:1-2 - 1 Corintios 6:11); así que el hijo de Dios me liberto y me hizo verdaderamente libre del pecado, la mentira, engaño, vicios, deseos carnales, de la condenación y de la muerte que me merecía por ser esclavo del enemigo.
Mi Decisión de Convertirme a Cristo
Finalmente, por todo lo anterior expresado me llevo a recibir a Cristo dándole el control completo de mi vida para principio del año 2019, donde guiado por el Espíritu Santo que me convenció de pecado, justicia y juicio: (Juan 16:8); me lleva a la Iglesia Fraternidad Cristiana Maranata (FRACRIMAR) y por medio de la oración de fe (Romanos 10:9-10); decido totalmente arrepentido convertirme de todo corazón a mi Rey de Reyes y Señor de Señores Jesucristo; bajando a las aguas o bautizándome para el 10 de agosto del año 2019 muriendo juntamente con mi Señor en la cruz y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme. (Gálatas 2:20).
Desde ese mismo momento, mi vida después de Recibir a Cristo cambio para bendición, ya que nací de nuevo de agua y del Espíritu (Juan 3:3-6) y hasta el presente como un líder siervo Fiel de Jesucristo en la anterior iglesia Maranata. Sin duda alguna, que mi Dios me ha ido santificándome con su Palabra, el Espíritu Santo y con el Poder de la Sangré de Jesucristo que me ha hecho libre! ¡Él me ha hecho libre de verdad! Así que no abandono esa libertad, ni vuelvo nunca a ser esclavo del pecado, de la ley y del padre de la mentira. (Gálatas 5:1.)
Esto es verdad, y todos deben creerlo: Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores del castigo que merecen, ¡y yo soy el peor pecador de todos! Pero Dios fue bueno y me salvó. Así demostró la gran paciencia que Jesucristo tuvo conmigo. Lo hizo para que otros sigan mi ejemplo, y confíen en Cristo para tener vida eterna. ¡Alabemos y honremos siempre al Rey eterno, al Dios único e invisible, que vive por siempre! Amén. (1 Timoteo 1:15-17).
Este perdón por la gracia, la misericordia, la bondad y el Amor de la Verdad de parte de Dios puede ser ahora mismo de TÍ también, si Confías únicamente en la Obra de Cristo Jesús en la Cruz para el perdón de tus pecados, limpiándote de toda maldad, borrando tus rebeliones, dándote libertad, salvación y vida eterna.
Y el Testimonio es este: que Dios nos ha dado Vida Eterna, y esa Vida está en su Hijo
1 Juan 5:11