Actuemos con Cordura y Dejemos que la Ofensa pase sin Afectarnos
Génesis 4:6
Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
Proverbios 19:11
La cordura del hombre detiene su furor,Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Proverbios 24:29
No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra.
Mateo 5:43-44
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Muchas veces, por acciones o palabras en contra nuestra, nos ofendemos o por el contrario, nosotros ofendemos a otros, pero de una u otra manera la ofensa es algo común en la vida y en nuestro entorno. Hoy estaba desayunando con una gran amiga más Marlencita, Manuelino y con unos amigos. Ellos tienen restaurantes y trabajan con personal que atiende a las mesas, es decir, el mesero. Estábamos hablando de un chico que nos estaba atendiendo en el desayuno, supercordial, amable, o sea haciendo bien su trabajo.
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Y yo comenté qué difícil es ser mesero, porque atender tantos genios, tantos gustos, tantas personalidades y tantas formas de pensar. Hay gente que, si se me permite la expresión, barre el piso con otras personas, creyendo que por estar en cierta posición le pueden tratar como quiera y admirando esa labor de un mesero. Yo decía es tremendo este trabajo, Marlencita me decía dímelo a mí Willy, que trabajamos con tanta gente y con tantas personas que maltratan a veces a nuestro mesero como tú lo dices.
Y hablando de esto, ella mencionó que en las reuniones que hacía con su equipo de trabajo les decía ustedes me hacen un favor y se bañan en aceite. Lo decía de una manera en sentido figurado, ¿para qué? Para que les resbale todo lo que suceda, todo lo que les digan, todas las ofensas. Y creo que nosotros tenemos que bañarnos en aceite, porque permanecer ofendidos es peligroso. Cuando alguien te hiere y eliges aferrarte a esa ofensa, pones en peligro tu paz y también pones en peligro la paz con Dios y tu relación con los demás.
Así pues, si nosotros no actuamos a tiempo, va a brotar amargura, va a brotar ira en contra nuestra y en contra de quienes estén en nuestro alrededor. Sabes un ejemplo que yo veo en la Palabra de Dios, en nuestro manual de instrucciones es Caín, porque Caín actúa conforme a su ira. Creyó que Dios prefería a Abel más que a él, pero no era así. Dios cuestiona la ofrenda y le pide que la mejore y la aparente ofensa, actuó más fuerte en Caín, quien mató a su hermano.
En este sentido, mira lo que dice la Palabra de Dios, precisamente en Génesis 4:6 dice Entonces Dios le pregunta a Caín ¿Por qué estás tan triste y enojado? Si haces lo correcto, siempre te aceptaré con agrado. Pero si haces lo malo, el pecado está listo para atacarte como un león. No te dejes dominar por él. Otra sería la historia si nosotros actuamos con cordura y dejamos que la ofensa pase sin afectarnos. En la Biblia, en Proverbios 19:11 dice de la siguiente manera: Es de sabios tener paciencia y es más honroso perdonar la ofensa.
Por lo tanto, que hermosas palabras y que sabiduría encierra en ellas. La ofensa y el perdón es importante. Nosotros no podemos evitar que otros nos hieran, pero si podemos evitar que la ofensa sea quien dirija las reacciones que tenemos. Es decir, como dijo Marlencita mi amiga bañemos en aceite y que nos resbale, así que nos resbalen las palabras necias, las palabras que ofenden, que no las carguemos y no las llevemos a nuestra casa, a nuestro colchón, a dormir con ellas, a nuestra habitación.
Por consiguiente, evitemos dar lugar a la ira, a la venganza, al odio, porque también dice Proverbios 24:29 en el manual de instrucciones dice de la siguiente manera: Nunca pienses en la venganza. Abandona esa idea. Estás ante lo que dice el manual de instrucciones frente a la venganza. El perdón libera tu amargura, te ayuda a ver como Dios ve la situación en la que te encuentras y de esa manera vas a poder actuar de manera sabia. Entonces yo creo que nosotros debemos atender la solicitud que hizo Jesús allí en el evangelio de Mateo 5:43 y 44.
Esta es otra orden que dio Moisés hace muchísimo tiempo. Aquí está hablando Jesús Amen a su prójimo y odien a su enemigo. Eso era la antigua ley. Pero ahora yo les digo dice Jesús: amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan. Por eso, antes de ofenderte, tómate unos segundos para pensar, cálmate. Antes de responder, respira profundo, cuenta hasta diez y sé que no es fácil, pero vamos a hacerlo y te aseguro que eso traerá paz a tu vida.
Finalmente, el mayor beneficiado serás tú y somos nosotros. El no tener rencillas de rencor contra nadie. Así que, como dijo mi amiga, que nos resbale todo perdonando, viviendo en paz, libre y podamos volar.