El orgullo es el Pecado Principal del cual Muchos otros Pecados Brotan y este Puede Echar Abajo los Planes más Excelentes
Proverbios 6:16-17
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
Proverbios 16:5
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.
Proverbios 11:2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Más con los humildes está la sabiduría.
Proverbios 29:23
Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la arrogancia de espíritu.
Salmos 10:4
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Santiago 4:6
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Cuenta una historia que una rana se preguntaba cómo podía alejarse del clima frío del invierno, unos gansos le sugirieron que migrara con ellos, pero el problema era que la rana no sabía volar. Déjenmelo a mí dijo la rana, tengo un cerebro espléndido y luego pidió a dos gansos que le ayudaran a recoger una caña fuerte, cada uno sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña por la boca, a su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía, al poco rato pasaron por una pequeña aldea y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo. ¿Alguien preguntó a quién se le ha ocurrido tan brillante idea? Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia que exclamó a miiiii y su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca, se soltó de la caña y cayó al vacío.
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En este sentido, esta historia nos deja mucha, mucha, pero mucha enseñanza hoy; porque hay ocasiones en que la falta de humildad o el exceso de orgullo pueden echar abajo los planes más excelentes. ¿Sabes una cosa? Una de las más grandes enseñanzas de Jesús fue la humildad, bastante perdida en estos tiempos, ¿verdad? Y creo que nosotros a veces hemos caído en ser arrogantes o en ser orgullosos.
Sin embargo, Dios es todopoderoso y está dispuesto a ayudarnos a cambiar si caemos en esto. Proverbios 6:16 nos dice: Hay seis y hasta siete cosas que el Señor detesta con toda el alma, los ojos altivos, la lengua mentirosa y las manos que derraman sangre inocente. Y el verso 17 de hoy está diciendo que el orgullo es el pecado principal del cual muchos otros pecados brotan.
Así pues, Dios odia el orgullo; porque rechaza esa soberanía sobre nuestras vidas y dice la Palabra de Dios también en Santiago 4:6, en nuestro manual de instrucciones que Dios se opone a los soberbios y da gracia a los humildes. La persona orgullosa no reconoce que todo lo que tiene viene de Dios y en vez de darle a Dios el crédito que se merece, la persona orgullosa habla como si fueran sus propias habilidades y logros.
Por consiguiente, el orgullo reina supremo en nuestra cultura, el esfuerzo propio es valorado, el logro es aplaudido y las historias de la pobreza, la riqueza, son glorificados antes de que te caigas por las pendientes del orgullo. Escuchar la sabiduría de Proverbios 16:5 El Señor aborrece a los de corazón altivo y es un hecho que no quedarán impunes. El orgullo siempre comienza, no en nuestras mentes, ¿Sabes dónde comienza? En nuestros corazones. Es por eso que necesitamos enseñarle a los niños desde pequeños a no ser orgullosos y creo que la enseñanza está muy clara hoy.
Finalmente, démosle gracias a Dios por nuestros éxitos, pero recordando que todo lo que nosotros tenemos, todo, todo nos lo ha dado Dios. Que nunca se nos olvide y que siempre Dios está ahí con su mano poderosa, porque si nos jactamos de las cosas que tenemos o sabemos, tenemos que entender que otros tal vez o no, tal vez estoy seguro saben cosas que yo ni siquiera sé o que tú ni te imaginas.
Definitivamente, fuera el orgullo de nuestra vida, porque el orgullo nos va carcomiendo internamente y dejando vacío, vacía, solo o sola. Hoy es un día para recapacitar, reconciliarnos con Dios, reconciliarnos con la sociedad y saber que el orgullo no funciona. No lo necesitamos con nosotros... la altivez, la falta de humildad NO. Hoy con humildad delante de la presencia de Dios digámosle Señor, renueva y haznos de nuevo si es necesario.
